Sonrisas y silencios de una vida

13:15

Luis en el vértice geodésico del monte Onddolar

Cuando se destapa la posibilidad de acudir a la montaña, se abre la puerta de la historia de una persona. Una historia única que nadie más puede adentrarse, una historia que hace que pensar en la propia persona, una historia que hace que se evada por un momento del mundo real. Salen sonrisas de emoción que para muchos pueden ser extrañas e incomprensibles, pero que para la propia persona es el recuerdo de situaciones, de vivencias. Y es que a pesar de no pisar nunca la montaña y no le traiga una nostalgia hacia la propia naturaleza, le ayuda a que esas vivencias vuelvan a su mente e inmortalicen la esfera de las sensaciones. Pero para ello, es vital que todo aquello que le rodea facilite esta situación de introspección personal.
 
Luis, parece que no había pisado la naturaleza como hoy. Sin embargo, esta nueva experiencia ha sacado sonrisas de verdadera emoción donde estamos seguros le ha recordado muchas vicisitudes acaecidas a lo largo de su vida personal. A veces el silencio es realmente complaciente; y más aún cuando el sosiego y la sonrisa lo dice todo.

Caminando juntos sabe mejor

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