Más allá de Sker
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Siempre hemos creído que partir desde la humildad facilita
un proceso pleno de aprendizaje donde es fácil crear conexiones y aptitudes
positivas ante situaciones que pueden soterrar en el propio hundimiento. Caminar
con esa humildad te facilita preguntar, observar, escuchar y hacer de nuestro
mundo, un mundo mucho más fácil a pesar de las dificultades. Y es que el
proceso de toda una expedición no se centra en culminar ninguna cumbre, sino en
atesorar cada instante que hace que cada paso sea más cómodo para intentar
superar cualquier barrera que se presente. Si a esto le sumamos la posibilidad
de aprender sobre las extraordinarias capacidades que pueden mostrar aquellas
personas con déficit visual, haces que el vértice que se presenta ante uno
mismo sea simplemente un pequeño anexo de todo un proceso de aprendizaje.
Hace unos días, 4 personas con discapacidad visual y 1 con
discapacidad auditiva culminaban junto a otras 15 personas, entre ellos 3
alumnos, el IV Curso Avanzado de Guiados de Ciegos en Montaña organizado por Proyecto Eidós llegando a la cima
del monte Sker (Islandia). Más allá de la cumbre y más allá de la propia
diversidad, la verdadera expedición fue hacer frente a situaciones donde la
meteorología tenía mucho donde dictar y donde cualquier persona con o sin
discapacidad fuese parte de todo el grupo. Fue suficiente unir todo lo que cada
uno bien sabía para que el eterno domingo fuese un auténtico vendaval de
aprendizaje y solidaridad. Y es que el simple hecho de mostrar ante la cruda
naturaleza un temple lleno de ingenio y humor más allá de cualquier barrera hizo
que ese eterno domingo fuese un domingo lleno de magia y naturaleza y la cumbre
terminará donde realmente empezó, en el campo base y con el grupo totalmente
volcado en el apoyo mutuo. Por eso podríamos decir que Islandia es increíble,
pero no sería igual sin el extraordinario grupo formado.
Gracias pitis por estos días indescriptibles
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