Murumendi

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Mostrar nuestra experiencia a jóvenes que tienen toda una vida por delante destapa la mente y facilita la comprensión de lo que denominamos “sentido común”. Nuestro objetivo no es pretender enseñar sólo unas simples herramientas, sino que procuramos que puedan ver que la naturaleza está al alcance de cualquier persona que lo desee y que a pesar del ritmo de cada uno, todos podemos disfrutar del medio natural que nos rodea. Cierto es que las variables de las diferentes deficiencias son múltiples, pero si normalizamos las herramientas, como en su momento se hizo con la visera o el bastón, haremos que se entienda la palabra “inclusión” sin hacer uso de ella. Y es que mientras uno precisa de protección solar por disminución de lipopigmento en la piel, otro precisa de botas más rígidas para su marcha y otro necesita una joëlette a causa de una movilidad reducida. Nos empeñamos en hacer desaparecer instrumentos imprescindibles para muchos, pero no vemos que lo complicado va más allá; lo complicado es normalizarlo para mostrar que el derecho al ocio está solventado en cada esquina y para todo el mundo.

Ante esto, no nos queda más que dar las gracias al colegio público Murumendi y a Amaia Orthous por ofrecernos está bellísima oportunidad, y dar las gracias a esos pequeños mayores por preguntar sin reparo todas las incertidumbres haciendo de lo que nos rodea algo natural.

Caminando juntos sabe mejor

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