Entre el miedo y la maldad
14:06Son cientos los años que la figura de Tartalo, el gran cíclope
de nuestra tierra, se asemejaba con la crueldad y lo salvaje. Sin embargo bien
sabemos que esto mismo se utilizaba para alejar a lo desconocido creando un
ambiente de terror. Es más, observando las diversas leyendas, siempre lo
definen como come niños y hombre de poco corazón. No obstante nos parece
interesante darle la vuelta a la tortilla. ¿Y si esa persona, fuese una persona
agnóstica y solitaria? En la época dorada de la iglesia toda persona que se
alejaba de las creencias apostólicas era un auténtico demonio. He ahí las Brujas, los Gentiles,… e incluso el propio Olentzero o Basajaun son retratados
al mundo maligno. Si bien sabemos que en nombre del ser supremo se creaban
leyendas para atemorizar a la población y manejarla con más facilidad. Ante
esto… puede que Tartalo pudiese ser un gentil humilde; puede que fuese alguien
a quien le gustaba estar tranquilo en soledad; puede que por su figura, por
ignorancia, por su discapacidad la gente huyera de él; puede que incluso se
riesen de él; puede que de vez en cuando aguantaba huéspedes inesperados que no
más que querían hacerle el mal… ¿a quién podríamos creer?
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