¡Qué grande eres, Jon!

Jon, 6 años. Durante el curso escolar seguro que ha perpetrado muchas actividades, manualidades y dibujos. Trabajos en equipo, trabajos individuales,… He ahí el gran valor de la escuela; y es que la escuela vale para tener grandes vivencias personales; pero también sirve como espacio de expresión de las vivencias de uno mismo. En esta ocasión, se les ha encomendado un pequeño trabajo; realizar un dibujo. Tema, libre. Resultado… he aquí el resultado. El dibujo de la experiencia de una de nuestras marchas. Colores vivos, árboles, pájaros, la joëlette,… y en el centro nosotros con una buena sonrisa. A decir verdad no sabemos que decir. Nos ha dejado sin palabras, emocionados, y sin poder aguantarnos la lágrima del gesto tan precioso. Lágrimas llenas de emoción. Y es que aunque a veces no sabemos si vamos por buen camino,... pero que un niño nos vea con esos ojos… nos llena por completo y con un irrintzi silencioso decimos “que grande eres Jon”. A veces pensamos que los grandes aprendizajes vienen de grandes eruditos. Sin embargo, no nos damos realmente cuenta quien es el verdadero erudito. Y por eso decimos: