Carroñeros en la niebla
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Llevamos siete años en esta aventura, realizando alguna que
otra ruta, conociendo a muchísima gente, compartiendo situaciones y experiencias
increíbles,… Sin embargo, una de nuestras labores, de entre tantas, ha sido ver
la ruta de antemano. Y esto mismo lo entendemos como algo fundamental para que
la ruta, dentro de los parámetros de la máxima seguridad, pueda ser exitosa.
Dentro de estos avistamientos, hemos tenido momentos realmente increíbles. Y es
que la propia naturaleza nos brinda de cosas increíbles. Así es como sucedió la
siguiente anécdota camino a Pagoeta. Partiendo desde el barrio de Urdaneta de
Zarautz, siendo un día nuboso, no muy lejos de la cima escuchamos gruñidos como
si de varios cerdos se tratara. Sin embargo, la curiosidad nos hizo acercarnos
a los gruñidos con cuidado y he ahí donde nos encontramos un gran número de
buitres dándose un gran banquete con lo que sería un extinto animal. A decir
verdad, en ese momento estábamos estupefactos observando el escenario,
asombrados, viendo esa especie de “tesoro” que nos había brindado la
naturaleza. Cuando contamos esta anécdota, la gente pone una cara no muy
agradable, pero era una situación tan natural, tan salvaje, que la guardamos en
nuestra mente como algo especial.
Teniendo en cuenta ese momento, mañana pasaremos una vez más por ese mismo lugar. No sabemos lo que nos encontraremos. Sin embargo disfrutaremos de la experiencia como si no hubiese un mañana con nuestro compañero Carlos.
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