Pasamos de página; Ezkaba

Es difícil dejar de lado, postergar una historia tan violenta y perversa. Cada ramal de esta montaña conserva efemérides muy dolorosas silenciadas por el miedo. Durante cientos de años los gritos se han ido ahogando dejando su relato a la sabia naturaleza. No obstante, sólo esta ha sabido ser paciente y cicatrizar las miles de heridas abiertas por don nadies. Y sólo esta ha sabido levantarse de los estragos engendrados por individuos que dicen hacer el bien.

Hoy, podemos decir que abrimos una nueva página desplegando aquellas que hacen de Ezkaba una montaña de bien. Veneramos su entereza a pesar de su martirio. Hoy recorremos sus faldas escribiendo una nueva crónica positiva. Y es que la montaña que cuida de la gran urbe Navarra, ha sido culminada y acariciada por un grupo de jóvenes integradores de muy buen hacer; entre ellos, una persona con movilidad reducida. Cierto es que más de uno habrá concurrido la divisoria de su cumbre a raíz de cualquier vehículo motorizado. Pero bien sabemos que el esfuerzo acrecenta la satisfacción. De ahí la emoción de ver a una nueva montañera que a pesar de las múltiples barreras lucha día a día para satisfacer todas esas dificultades. Ante esto simplemente hacer recordar  de que es importante ver que quien camine no es caminante, sino sólo aquel que le da sentido al camino. Eskerrik asko a toda la kuadrilla del centro integrado de la escuela de educadores/as y sobre todo eskerrik asko Idoia por darnos esta inmensa oportunidad!