Por Nere,... y por todas. Gracias.

Es difícil hacer una criba de mujeres memorables de nuestro entorno, y es que durante nuestra corta historia muchas han sido las que nos han ofrecido algo tan valioso como su sabiduría. Sin embargo, no hace unos días que una pequeña gran mujer fue acogida por la madre tierra, habiendo dado sus últimos suspiros. Una mujer, que a pesar de su corta edad, de todas sus barreras, nos ha dado vida y mucho que aprender; nos ha mostrado que a pesar de la dificultades, hay que sonreírle a la vida; nos ha enseñado que más allá de cada complejidad, luchando se pueden mover montañas; nos ha abierto la mente a pensar que más allá de lo que puede ser extraordinario o un sueño, como puede ser pisar la naturaleza, esta debe ser un derecho humano ordinario. Y es que es quien nos ha aclarado sin palabras que más allá de la inclusión, debe existir el sentido común.

Hoy, por desgracia, Nere, no está físicamente entre nosotros. Pero si está y estará por siempre en nuestra filosofía; y al igual que Nere, su familia al completo. Y es que estas son las figuras con las que debemos construir nuestro proyecto para compartir experiencias extraordinarias de montaña. A Nere, a Manoli, a Ainhoa,… a todas esas pequeñas y grandes mujeres, gracias.

Zuen mendia, gure baitan delako.