Queremos ser responsables

Bien sabemos que estamos en un momento algo incomodo y ello es causa de nuestro cese temporal de experiencias directas. Sin embargo, para nosotros es importante seguir siendo responsables y caminar con sumo cuidado ya que no somos inmunes a lo que nos enfrentamos. En muchas ocasiones nuestras experiencias están vinculadas con personas con afecciones respiratorias. Y bien es cierto que es imprescindible partir de las capacidades de uno mismo, pero nunca debemos descuidar las necesidades de salubridad que pueda presentar cada persona que acuda a estas experiencias. Si juntamos el riesgo de padecer algo tan peligroso como es el propio COVID-19 con estas necesidades, el resultado podría ser duro y aflictivo. Ante esto, cierto es que podríamos evitar en cierta medida el contagio mediante una simple mascarilla quirúrgica y podríamos saltar a la naturaleza como si la mascarilla nos brindase la vida eterna. Pero creemos más coherente mantener el principio de prevención y seguridad creando un soporte protocolario ante cualquier posible escenario. Y es que para prever es necesario ponerse en el peor de las situaciones y pensar que antes, durante y después de la ruta puede pasar cualquier cosa relacionada. Debemos ordenar cada acción; sólo así sabremos de donde partir y como intentar prevenir. Y es que hasta ahora no hemos llegado a pensar que algo tan sencillo como el cojín de la joëlette pueda infectar a nadie; no hemos recogido datos de personas acompañantes y menos de sus temperaturas. Estos elementos que antes parecían absurdos, ahora son esenciales para que aquella persona que pueda tener dificultades respiratorias y acuda a una experiencia como esta tenga menos probabilidades de no encontrarse en un serio aprieto.  

Por eso, os pedimos disculpas, ya que hay gente en espera para disfrutar de su propia experiencia. Pensar que es por el bien común y sabiendo que la naturaleza siempre estará esperando…