Avanzando con pies de plomo

Después de transitar entre las matas de la pandemia, poco a poco vemos que la situación parece ir a un nuevo rumbo de normalización. Bien sabemos que esto no significa que el virus lo hayamos sepultado. Pero debemos aprender a caminar con la alerta que nos acecha para evitar que el miedo nos invada por completo. Debemos corregir nuestra gestión para prevenir en la mayor medida posible un escenario semejante y para ello es imprescindible actuar en base a cada paso que hacemos aunque para ello primeramente precisemos proceder de manera escrupulosamente consciente. El tiempo y la práctica son los que harán que esa actitud estrictamente racional poco a poco se convierta en algo involuntario y natural.

Teniendo esta reflexión en cuenta, bien pensamos que debemos ir dando pasos de plomo pero sin dejar la cañada de lado. Parte de nosotros está en la naturaleza, y compartir esta será siempre el objetivo que nos rodea. Pero, bien sabemos que para volver a esa senda debemos volver a palpar la esencia de nuestro querido manto verde e ir construyendo escenarios donde la seguridad prime por encima de todo. Sólo entonces podremos estar a la altura de nuestro propósito. A día de hoy, por ser federados, podemos circular por las diversas veredas del territorio histórico siempre manteniendo los protocolos de seguridad, por lo que comienza nuestro camino de inspección por los terrenos que teníamos aplazados. Si hay que decir que el pistoletazo sólo se dará cuando se permita hacerlo y cuando todos los escenarios queden bien protegidos; no obstante podemos empezar a proyectarlo mientras recorremos los diversos caminos.