Ante la ELA, VENCELA

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Caminar sobre el barro no siempre es cómodo, ni siempre se hace correctamente. Sin embargo es la que más satisfacciones nos da a nivel de experiencias. En muchas ocasiones creemos importante trabajar desde la sombra, aunque las carambolas nos jueguen ciertas malas pasadas. Y así es como hemos querido estar presentes en un día lleno de repercusión para aquellos que portan una enfermedad tan cruel como puede ser la ELA. Este domingo tocaba dar voz a toda esa muchedumbre que lucha día a día por tener una vida digna. Y es por ello que decidimos no portar nada que no nos relacionase con ella. Por un día, hemos dejado de lado nuestros emblemas, nuestro sistema de difusión; y es que se trata de un día para proclamar y exigir de manera unificada a las autoridades correspondientes de que la ELA existe, y que se puede hacer mucho más si se trabaja desde los alfiles hasta los peones.

Hemos tenido la gran suerte de conversar con gente realmente extraordinaria, con voluntarios, familiares; hemos podido presenciar una muchedumbre de montañeros, gente que ha aportado su valioso tiempo para que otros como Alfonso, Ivan, Carlos y el propio Ángel pudiesen alzar la voz a los cuatro vientos. Es más han ocurrido situaciones como la subida a La Cabeza del Santo donde la gente se ha volcado tejiendo redes de apoyo. No hay más que ver la propia imagen al más puro estilo Iwo Jima. Y decimos a La Cabeza, porque los propios del pueblo así lo denominan. Cierto es que hay aspectos donde mejorar, donde hacer autocrítica estaría bien para completar esa plenitud; pero el objetivo ha sido el deseado. Y es que entre todos se ha llegado a decir que a la ELA, no hay nada mejor que decir, VENCELA.



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Caminando juntos sabe mejor

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