Fragaria Vesca

La dificultad de encontrar un preciado rincón hace que su valía se multiplique. Sin embargo, cuando las circunstancias han hecho de su paraje algo prohibitivo hace que sólo unos pocos disfruten de su hermosura. Acogiéndonos a estos enunciados como metáfora, cabe destacar que ver frutos silvestres es un encanto de la naturaleza. Es más, en época romana era un manjar comer fragaria vesca por ejemplo, más conocida como fresas silvestres. Estas al parecer abundaban desde la montaña alpina hasta la costa más septentrional de la península. A día de hoy aunque cuesta verlas sigue siendo el privilegio de todo montañero. Sin embargo, viendo que durante semanas la naturaleza ha crecido sin inminencias ni actos de desolación ha hecho brotar todo su esplendor haciendo que esta maravilla crezca tan cerca de nosotros. Es más, cuando antes sólo era posible atisbar este elemento afinando el teleobjetivo de nuestros ojos y en sitios insospechados, hoy, dos niños en una esquina que en otros tiempos estaría bien transitada han podido ver algo tan simple como divino. Y es que si sólo cuidásemos un poco, sólo un poco, aquello que nos rodea todos podríamos disfrutar de algo tan hermoso.