Artikutza
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Tan oculto y tan querido. Así es como es nuestra. A pesar de
conservar una historia cruda y oscura, a día de hoy es caudal de nuestra sed. Área
natural rica y sencilla. He ahí el tesoro escondido de los donostiarras; el oro
líquido incoloro; he ahí, el agua.
Lo que se ha cuidado durante tantos años, se ha convertido
en un espacio natural. Las aves descansan tranquilas aquí. Las especies se
mantienen como hace mil años. Y todo esto es realmente beneficioso para el ser
humano.
Por ello, este sábado, allí estaremos con el fin de ser uno
más de la naturaleza.
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