Movimiento popular

14:19


Niños, jóvenes, adultos,… los recovecos de Leitza se muestran coreando un mismo nombre con un mismo fin; en esta ocasión es el nombre de Udane el que nos viene a los oidos. No obstante, a pesar de los nombres allí estaría el pueblo al pie del cañón. Y es que este momento ha sido un momento de lágrimas. Simplemente observar como niños de 3 años saltaban de alegría por ver a Udane nos demuestra que ha merecido la pena el esfuerzo. Y aunque es cierto que hemos sido parte del reto, nos arrodillamos ante el trabajo colectivo y al movimiento popular. He ahí el pilar fundamental de la inclusión y así es como nos lo han mostrado Iker, Iraitz y todas aquellas personas que aunque no sepamos sus nombres sabemos que han trabajado duro. A decir verdad no sabemos con que imagen quedarnos pero si que podemos decir que de de esta enorme emoción hemos aprendido que el mundo trabajando en equipo se puede cambiar y que este cambio facilita un pensamiento más humilde de la solidaridad. Y si esto lo iniciamos desde los más retoños…

Caminando juntos sabe mejor

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